—Supongo que hay algo cerca —murmuró para sí mismo Raydon.
Se alejaba cada vez más de las cascadas cuando se percató por primera vez de un sonido nuevo. No era como el rugido continuo de las cascadas; más bien, era un sonido intermitente. El hecho de que el suelo temblara ligeramente cada vez que se producía el sonido es evidencia de que era algo poderoso.
Raydon no pudo evitar sentir curiosidad al escuchar este extraño sonido y comenzó a moverse en la dirección de donde provenía. El sonido enigmático, que se hacía más y más fuerte, lo atrajo hacia adelante y lo mantuvo en movimiento. Además del fuerte estruendo que podía oír, el temblor en el terreno que podía sentir también estaba acelerándose al mismo ritmo.
—¿Qué diablos? ¿Realmente esperas que mate a esta cosa? —Al final, pudo llegar al lugar de donde provenía el sonido y lo que vio lo dejó estupefacto.