—¿Cómo van tus esfuerzos? —una figura encapuchada habló con voz profunda y siniestra mientras caminaba por una oscura caverna.
Frente a él se arrodillaba una enorme figura azul hielo adornada con pieles de animales.
Hablaba de una manera áspera y sin refinamiento que dejaba claro que tenía un intelecto disminuido.
—Hasta ahora han caído siete tribus —el hombre encapuchado se detuvo en seco instantáneamente.
—...Eso es muy poco. ¿Qué has estado haciendo con todo el tiempo que has tenido? —el gigante de hielo gruñó e infló el pecho en señal de desafío—. Estaríamos mucho más adelante en nuestra conq-
El suelo bajo la figura encapuchada se resquebrajó con su creciente desagrado. Aunque en ese momento estaba proyectándose astralmente, había dejado huellas muy reales en la roca madre.