Courtney se acercó a la pared rocosa con un ojo ligeramente nervioso.
Estaba contenta de que su hermana insistiera en esta pequeña lección, pero ahora que estaba realmente al mando, se dio cuenta de que no sabía por dónde empezar.
Su espalda se tensó gradualmente hasta que finalmente no pudo soportarlo.
Había un ajuste necesario que tenía que hacer absolutamente.
—...¿Podéis daros la vuelta por favor?
—¿Estás hablando en serio? —preguntó Yemaja.
—Sí, estoy hablando en serio, ¡dénse la vuelta o no podré hacer nada!
Las chicas murmuraron protestando para sí mismas, pero finalmente le dieron la espalda para darle algo de paz a la más joven.
Una vez sola (No del todo), Courtney se dirigió hacia la pared rocosa para investigar, aunque no estaba segura de lo que buscaba.
—Podría ayudar si te quitas las gafas primero, pequeña. —la reprendió Thrud.
—¡Y-Yo lo sabía! ¡No se den la vuelta!
—Sí, sí...
