—Un minuto antes de que Gaia amenace a Kanami... Bekka estaba teniendo una experiencia muy transformadora.
Era como un suceso de desdoblamiento corporal, solo que diferente a los que experimentaba después del sexo, o de comer algo cocinado en grasa de tocino.
Se sentía más ella misma, y al mismo tiempo no lo era.
Estaba perfectamente entrelazada en el medio. Un ser de existencia y no existencia.
En su imaginación, pensó que así debía sentirse ser un primordial. Desafiaba toda descripción mortal.
Y para hacer las cosas aún mejor, cuanto más del mundo consumía, mejor se sentía.
Era como si sus células estuviesen siendo supercargadas con energía. En medio de esta experiencia, se iba volviendo cada vez menos consciente de su entorno.
¿Qué importancia tenía dónde estaba?
¿Qué importancia tenía lo que estuviera haciendo?
¡Lo único importante ahora era llenar su estómago!
Como tal, ni siquiera registró el método sutil de Gaia para separarla de Abadón.