El juego que todos en Seol esperaban fuera una paliza total, en realidad terminó convirtiéndose en un verdadero choque de titanes.
Después de que el marcador se empatara 7-7, el juego quedó en un completo punto muerto.
A ninguno de los equipos se les permitió anotar más, e incluso sus conversiones de dos puntos fueron detenidas.
Sin embargo, estaba claro que al menos una ofensiva era mejor que la otra.
Eris era una quarterback fenomenal, con cualidades de liderazgo excepcionales y una actitud naturalmente serena en la bolsa que no podía pasarse por alto.
También tenía un ojo para el campo y una verdadera conciencia que le permitía pasar el balón a sus receptores sin miedo a una intercepción.
Porque Jasmine sabía eso, ajustó su estrategia.
En lugar de presionar a Eris para forzar un derribo, también aumentó la cobertura sobre los receptores del equipo contrario.