Cuando Exedra comenzó a contar su historia, las miradas de incredulidad eran predominantes.
Pronto una idea repentina cruzó por su mente y activó su nueva habilidad de mente colmena.
No estaba seguro si funcionaría pero ya que las chicas lo reconocían como jefe de la familia y por ende se sometían a él de cierta manera, no tuvo problemas en mostrarles sus recuerdos.
Les mostró casi todo sin restricciones.
Las chicas estaban asombradas por las cosas que pasaban por sus mentes.
Edificios como los que nunca habían visto, extrañas automatizaciones que transportaban personas, e incluso pequeñas cajas metálicas que mostraban otras personitas dentro.
Pero probablemente lo más sorprendente, era el hecho de que su esposo solía ser humano.
Cuando las chicas vieron al hombre que no se parecía en nada a su esposo, no pudieron haber estado más impactadas.
O eso pensaron hasta que vieron la manera en que vivió y murió.