En solo 30 segundos, La Hydra cambió su cuerpo a forma humana, justo como Anon.
—Espera, ¿eres mujer? —preguntó Anon sonriendo mientras miraba sus grandes pechos.
—Sí, tengo 7 cabezas... ¿Por qué no iba a ser mujer? —preguntó La Hydra sonriendo.
Sus cabellos y ojos eran ambos verdes y sus pechos realmente grandes, aunque su trasero no era tan grande... Pero los pechos hacían su trabajo.
—¿Quieres algo de ropa? —preguntó Anon.
—No.
—Bien. —respondió Anon con una sonrisa mientras seguía mirando sus pechos.
—Esa fue la misma conversación que tuve con el Devorador de Mentes. También te pareces a él. ¿Eres Humano también? —preguntó ella.
—Sí... —respondió Anon.
—Eso esperaba... ¿Estás atrapado aquí o estás aquí por tu propia voluntad? —preguntó ella.
—Bueno, al principio estaba aquí por mi propia voluntad pero ahora estoy atrapado. —respondió Anon.