—Este es él, debe estar adentro con su novia.
—¿Sabe que soy yo?
—No, nadie le ha informado aún. El personal que trabaja en el otro edificio tampoco sabe nada.
—Bien, vamos a saludar a tu joven maestro ahora.
*Creeeek* Anon forzó la apertura de las puertas de madera.
—¿Quién se atreve a entrar a la habitación de este señor sin mi permiso? —un sonido muy poderoso vino de adentro.
—Yo me atrevo, hijo de puta —dijo Anon al entrar a la habitación.
Su novia le estaba haciendo una mamada mientras él estaba sentado en un sofá rojo como un vagabundo.
Anon miró su pequeño pene que medía unas 3 pulgadas.
—Puff... hahahaha —Anon no pudo contener su risa después de ver que a su novia le costaba meterlo en su boca.
—Imprudente bastardo, ¿cómo te atreves a entrar en mi habitación, quién coño eres? —preguntó mientras se levantaba y apartaba a su novia como si fuese una cosa.
—Soy tu muerte, idiota.
—¿Qué coño estás diciendo? Con una llamada mía esta habitación se llenará de caballeros armados.
—Oh, qué miedo, pues llámalos, me encantaría ver una habitación llena de caballeros armados.
—Como desees, concha, muere ahora. Guardias, Letti hay un intruso en la casa, mátalo —gritó.
Pasaron 5 minutos y nadie vino.
—¿Q-Qué está pasando? ¿Por qué nadie viene?
—Déjame llamar por ti, Letti ven aquí —dijo Anon con una sonrisa.
Letti entró a la habitación mirando al suelo todo el tiempo.
—Letti, mata a este imprudente plebeyo y tráeme su cabeza.
Letti no se movió.
—¿No me escuchaste, estúpida Gata? Haz tu maldito trabajo y mátalo o te mato yo —gritó.
—Ya no trabaja para ti —dijo Anon mientras agarraba la nalga izquierda de Letti con su mano y comenzaba a manosear su trasero.
—Anhhhh~ —Letti dejó escapar un gemido por la sorpresa de ser tocada de repente mientras se ponía roja.
—Traidora de mierda, a mi tío no le gustará esto, matará a ambos y a toda tu familia y parientes.
—¿En serio? —dijo Anon lentamente mientras deslizaba su dedo índice por entre la estrecha hendidura de Letti, que era más o menos visible a través de sus apretados pantalones de cuero.
—Mnhhh~ —Letti gime mientras se muerde el labio inferior y sus ojos comienzan a parpadear.
—Pedazo de mierda, ahora recuerdo que eres a quien abofeteé esta mañana ¿no es así?
—Qué bien que lo recuerdes —dijo Anon mientras una sonrisa malévola aparecía en su rostro.
—Esta vez te mataré yo mismo —dijo mientras desenvainaba su espada y asumía su postura de lucha.
—¿Quieres ver cómo lo hice en aquel entonces? —Anon susurró al oído de Letti mientras dejaba de manosearla.
Letti asiente en respuesta.
—Veamos.
Anon notó una espada colgada en la pared detrás del rico mocoso con quien peleaba y luego miró a su novia.
Sus ojos parpadearon en púrpura mientras una voz cubría su conciencia y le ordenaba su siguiente acción sin que ella lo supiera.
Al momento siguiente, ella se levantó y tomó la espada de la pared.
—Prepárate para morir, estúpido f- —Kachk
De repente la habitación quedó en silencio mortal y el rico niño tonto se giró para mirar su pierna que había sido atravesada por una espada.
—Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh..... Estúpida mujer, ¿qué crees que estás haciendo? Ahhhhhhhhhhhhhhhh.... carajo, duele.
'¿Por qué haría ella eso? Acaba de herir automáticamente al joven maestro, él ni siquiera le dijo una palabra y ella siguió su orden. ¿Así es como los maté? Es un monstruo—Letti simplemente miró la situación confundida.
—Cariño, pásame la espada.
—Ella sacó la espada de la pierna del chico rico y se la dio a Anon.
—Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh... carajo, duele joder.
—Pues debería doler —dijo Anon con una sonrisa.
—¿Q-Qué quieres? Solo llévate lo que sea y vete, no diré una palabra a nadie. Todos podemos seguir nuestros propios caminos —dijo mientras le caía sudor de la frente y la muerte le aparecía delante.
—¿Cómo te llamas, chico? —preguntó Anon con una sonrisa.
—Tony Karendor.
—Así que Tony, ¿quieres que siga mi camino, verdad?
—Sí, puedes llevarte lo que quieras de esta mansión. A ella también —Tony dijo señalando a su novia.
—Pero ella es tu novia, ¿no es así?
—¿No ves lo que me hizo? —diciendo esto, Tony sintió que Anon lo perdonaría porque le estaba regalando dinero y una mujer a cambio. Un plebeyo no se arriesgaría a matar a un noble y simplemente se iría después de tomar el dinero.
—Tony, no sé qué decirte, escoria, pero si quieres que siga mi camino, quiero que sepas algo, mi camino pasa por encima de tu cadáver.
Al oír esto, Tony sintió una presión muy poderosa que venía de Anon que superaba a todos los hombres que había conocido en su vida.
Tony sabía que esto era una muerte segura para él, no tenía sentido ni intentar ir en contra.
—P-P-Por favor, no me mates —Tony balbuceó mientras se orinaba en los pantalones.
—Oh mira, incluso a esta edad. Eww Tony, ¿tienes miedo o algo así?
—Solo mátalo, los sirvientes llegarán en cualquier momento para la cena —Letti advirtió.
—Bueno, creo que es hora de decir adiós, Tony.
Anon agarró a Tony por el cuello y lo inmovilizó contra la pared, tomando la espada en sus manos la clavó a través de la mano izquierda de Tony en la pared.
—Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.
—Oi no te muevas Tony, estoy intentando crear una figura icónica aquí.
Tomó otra espada de su inventario y atravesó la otra mano de Tony formando una T en la pared.
—Nooooo..... por favor, lo siento... ahhhhh... duele. ¿Por qué estás haciendo esto?
Anon tomó otra espada y la atravesó por ambas piernas.
—Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh —Tony gritó de dolor.
Finalmente Anon levantó la espada de Tony del suelo y habló.
—Porque me abofeteaste, hijo de puta, dile hola a satán de mi parte, cuando lo veas en el infierno —No lo hagas.
—Nooooooooo.
*Chack*
Anon atravesó el corazón de Tony con su propia espada finalmente matándolo.
Letti fue testigo de este sangriento desastre y miró a Anon solo con miedo.
Después de eso, ambos borraron todo registro de Letti de la caja fuerte del tesoro y se llevaron todo el dinero.
—Vendrás conmigo, tetas grandes —Anon llamó a la novia de Tony y ella lo siguió fuera de la mansión.
Cuando los tres salieron Letti preguntó.
—¿Eso es todo? Ya puedo irme ¿verdad?
—Síp.
Los tres se separaron y tomaron caminos diferentes.
Dentro de la mansión...
—Lalalalala... —Una criada se detuvo frente a la puerta del joven maestro de la mansión y puso cara de asco.
—Ese desgraciado volverá a acosarme... pero todo es por mi familia —Tomando una respiración profunda, entró a la habitación.
—Maestro, la cena está l-.
La criada notó que su maestro estaba clavado en la pared con 5 espadas como Jesús.
—Ahhhhhhhhhhhhhhh..... alguien ayúdenme.
[Autor: A veces pienso que mi mente se vuelve tan oscura que el color oscuro parece un poco incoloro.]