—Tómalas —urgió Lisa, colocando la bolsa en las manos de Vale—. Después de convertirme en un Inmortal Vampiro Verdadero, ya puedo resucitar con una sola gota de mi sangre. Mi resurrección también será mucho más rápida comparada con antes.
Los dedos de Vale cerraron la bolsa, y estudió las piedras en su interior.
—Es bueno saberlo, Lisa… Es la primera vez que veo estas Piedras de Edo... Puedo ver energía poderosa emaniendo de ellas —dijo Vale mientras sentía el impulso de extraerla. Sin embargo, si hace eso, el poder de "curar" desaparecerá. No quería que eso sucediera.
—Son interesantes, ¿verdad? Estoy seguro de que encontrarás un mejor uso para ese objeto.
—Gracias, Lisa —murmuró Vale—. Tu lealtad y amistad significan más de lo que puedo expresar.
Lisa inclinó la cabeza, sus ojos carmesí mirando la estatura de Vale. Había cambiado poco en los últimos años, pero ciertamente tenía un aura majestuosa a su alrededor.
