—¿¡Uno de los Siete Pecados Capitales?! —exclamaron Denise y Magnus en cuanto escucharon a Shane.
—¡Esto es perfecto! Lidiar con el Dios de la Muerte será mucho más fácil con esto... —murmuró Denise mientras sus ojos brillaban con una mezcla de excitación e incredulidad.
—Un alma de tal magnitud... Esto ciertamente hará al Guardián Apex inigualable.
Magnus asintió, su habitual semblante estoico se ablandaba por la admiración. Después de aprender lo que le faltaba a la creación de Denise, pensó que sería más que suficiente conseguir un alma de un Arcanista de primera clase.
Después de todo, un alma así debería ser más que suficiente para un golem metálico que tenía una fuerza fija. Creía que no debería importar si el alma era demasiado fuerte ya que estaría limitada por una máquina.
Sin embargo, después de que Denise le recordara que se usaría contra el Dios de la Muerte, entonces ciertamente era necesario tener un alma más fuerte.
