Lucius apretó los puños —Entonces debemos detenerlo. Debemos encontrarlo y matarlo antes de que haga más daño. Debemos reclamar la Espada Divina y restaurar nuestro honor.
La riqueza del Vizconde puede ser tentadora, pero realmente no les importaba si la Espada Divina faltaba. Fue su error creer que nada saldría mal después de prestarla a él. Estaban demasiado confiados en que tener varios espías trabajando para el Vizconde y monitoreando la espada todo el tiempo resolvería el problema.
Sofía sacudió la cabeza —No es tan fácil, Lucius. Él es demasiado poderoso para que lo enfrentemos solos. Incluso el Cazador de Recompensas de Élite que el Vizconde contrató falló en atraparlo. Además, el Diablo Enmascarado no dejó ninguna pista aparte del hecho de que utiliza Artes Oscuras. Esta persona podría estar escondida en cualquier lugar. Necesitamos ayuda. Necesitamos aliados.