Sherman miró a Eustace y a Philip, quienes huían después de que les permitió irse. No pudo evitar darse cuenta de lo viejo que se había vuelto durante los últimos años trabajando como cazarrecompensas.
—Ese joven solo tiene unos quince o dieciséis años, pero logró detener el 50% de mi ataque a plena fuerza... ¿Qué tipo de monstruo creó esta vez la Facción de las Artes Oscuras? ¿Acaso olvidaron cómo casi fueron aniquilados por su experimento? —Sherman sacudió la cabeza mientras cambiaba su atención hacia las personas detrás de él.
Una Arcanista rechoncha y encantadora, seguida por una docena de Caballeros Radiantes, corrían hacia el pueblo.
No hace falta decir que la Arcanista era Erika, su asistente. Ella había llamado refuerzos ya que esperaban luchar contra la Encarnación del Diablo Enmascarado.
—¿Q-qué ocurrió aquí? ¿Dónde está el enemigo? —Erika se sorprendió en cuanto vio la casa destruida y a los aldeanos huyendo.
—Escaparon —dijo él con una sonrisa disculpándose.
