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Kyle no sabía si debía esconderse detrás de las columnas cercanas, pero al final, decidió quedarse en silencio.
El Sr. Heinz sabe que él está aquí, así que no debería llevar a Lesley hacia donde él estaba... a menos que el Sr. Heinz quisiera que él la conociera y lo hiciera pelear con ella ¡en una batalla!
—¿Quiere que pruebe mi Dispersión de Hechizo tan pronto? ¡Ella ya se está graduando este año académico! ¡Debe tener un montón de hechizos! ¡No hay manera de que pueda luchar contra ella!
—Además, ¡sólo puedo durar 10 segundos! Probablemente ella apenas se está calentando, y yo ya no puedo continuar. No... No... Estoy pensando demasiado esto.
Kyle sacudió su cabeza mientras calmaba su respiración y escuchaba su conversación en silencio. Pronto escuchó la voz agitada de su Maestro.
—Seré reprendido por el Subdirector de nuevo, Lesley. No puedo ayudarte. Si obtienes la aprobación del Subdirector, prepararé esa poción para ti. No me compliques las cosas —respondió Heinz con exasperación. Este asunto definitivamente había sucedido antes, y ya estaba acostumbrado a esto.
—No hay manera de que obtenga permiso... ni siquiera conseguí suficientes puntos de contribución. Podemos mantener esto en secreto. Necesitas dinero, ¿verdad? La academia ya no financia tu investigación. Aparte de algunos materiales que te dan, ya no tienes apoyo financiero de ellos. ¿Qué te parece? En cada poción que hagas, la compraré por tres veces el precio actual del mercado —Lesley habló mientras bajaba su voz.
«¿Es ella tan rica? No es de extrañar que no se molestará en revisarnos en busca de algo de cambio», pensó Kyle.
Esta vez, Heinz no respondió inmediatamente ya que parecía estar dudando de la oferta. Como se esperaba, la situación financiera de Heinz no era realmente buena. Considerando cómo no había tenido resultados en su investigación por muchos años, debió haber sido difícil para él reunir suficiente dinero para continuar sus Estudios Arcanos.
Notando la hesitación de Heinz, Lesley decidió atacar mientras el hierro estaba caliente...
—¿No estabas pensando en aceptar un aprendiz antes? Escuché que lo mencionaste hace varios meses. Ya que te falta dinero, será difícil para ti y tu aprendiz... Esta es una oportunidad. El dinero que ganes de mí puede ser utilizado para tu futuro aprendiz o incluso para mejorar tu instalación...
Heinz finalmente suspiró después de escuchar esto. De hecho, había gastado todo su dinero en las tres pociones que preparó para Kyle.
Esas pociones valen más de 10,000 zen cada una y, dado que fueron hechas por Heinz, normalmente pueden ser vendidas por un 20% más.
—Está bien... Discutamos esto en mi oficina y firmaremos un contrato... —respondió Heinz con voz cansada.
—¡Genial! ¿Pero no vas a la Sala de Reposo Animus? —preguntó Lesley.
La boca de Heinz se crispó al escuchar esto, pero no se lo mostró a Lesley mientras la instaba a seguirlo.
—Eso no es importante... Apresurémonos y completemos el trato.
Con eso dicho, los dos finalmente dejaron el pasillo dejando a Kyle congelado detrás de la puerta.
Después de un rato, cuando ya no podía escuchar sus pasos alejándose, finalmente soltó un suspiro de alivio... Por supuesto, no abrió inmediatamente las puertas ya que le preocupaba ser notado por Lesley si se escondía en su habitación.
Aunque improbable, ella podría entrar en su Estado de Fantasma y descubrir su aura familiar dentro de su alcance. Al final, decidió quedarse dentro del sótano algunas horas más para asegurarse de que ella ya se había ido.
—Ahh... ¿Llamó a este lugar Sala de Reposo Animus? Me pregunto qué significa eso... —murmuró Kyle mientras esperaba dentro de la sala.
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Después de dos horas más, entró en su Estado de Fantasma y se dio cuenta de que su segunda luz de hechizo ya se estaba volviendo negra. No estaba completamente negra aún, pero a este ritmo, debería volver a su color profundo anterior en otras cuatro o cinco horas.
Kyle no se sintió infeliz por esta lenta tasa de recuperación... Después de todo, todavía le falta un entrenamiento adecuado y apenas está comenzando en su Camino Arcano...
¡Clic!
Kyle giró la perilla de la puerta y la abrió ligeramente. Después de confirmar que no había nadie alrededor, finalmente regresó a su habitación y tiró los trozos de vidrio roto en la papelera.
Gurg... Gurg...
Su estómago gruñó de repente, así que no tuvo otra opción que visitar el área de comedor para pedir algo de comida.
Mientras iba allí, ya había confirmado que el Sr. Heinz y Lesley habían dejado el edificio. Sin embargo, antes de que pudiera incluso entrar al comedor, escuchó algunas voces desconocidas que estaban causando problemas en el área.
Parecían ser prepotentes ya que estaban regañando a alguien en el comedor.
—¿Quién te crees que eres? Si Heinz no está aquí, ¿por qué deberíamos escucharte a ti? —dijo uno de ellos.
—¡Tonta! No estamos planeando hacerlo difícil para ti pero te estás excediendo —añadió otro.
—Sáquenla y le enseñaremos una lección...
—E-exacto... Ven con nosotros... Te enseñaremos cómo servir correctamente a la gente —prosiguieron.
Pronto, Kyle notó a cuatro jóvenes vistiendo el uniforme de la Academia mientras rodeaban a una niña pequeña que ya estaba en el suelo. La niña era sin duda Denise y ya tenía moratones en su cuerpo. Sus labios ya estaban sangrando y su mejilla parecía haber sido abofeteada ya que estaba hinchada.
Los trabajadores, incluyendo a los cocineros y otros sirvientes, solo observaban en silencio y no se atrevían a intervenir. Evidentemente tenían miedo de los estudiantes de la Academia que practicaban las Artes Oscuras.
Era una situación familiar para él...
Kyle también era un espectador débil en sus años jóvenes durante su vida pasada. Era alguien que no quería causar problemas a los amables padres que lo habían adoptado, alimentado y dado un lugar para vivir.
Fue solo en sus últimos años que cambió su visión de la vida, y ese cambio incluso le costó la vida.
—¡Aahh! ¡Suéltame! —gritó Denise mientras intentaba resistirse.
Kyle apretó el puño al ver que arrastraban a Denise por el cabello. El que la arrastraba era un hombre rubio con pecas y parecía estar muy emocionado con lo que estaba haciendo.
'¿Por qué el Maestro Heinz no está aquí todavía?—se preguntó Kyle en su mente.
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