Daniel jadeaba pesadamente, la sangre goteaba sobre su ropa y su arma. Aunque no había sufrido muchas lesiones de parte de sus enemigos, Daniel sentía que lo habían lanzado a una batidora. Cortes superficiales cubrían todo su cuerpo.
—Tal vez no debería haber jugado tanto con mi Aura de Espada —murmuró, escapándosele una risita.
Podría haber sido comprensible intentar una gran variedad de cosas con su Aura de Espada, pero no era inofensivo. El aura no era sólida bajo circunstancias normales y requería un comando mental para transformarse en hojas y espadas afiladas como cuchillas, pero también era extrañamente afilada en su estado suave.
Daniel se dio cuenta de que cuando envolvió todo su cuerpo en el Aura de Espada, había acumulado un influjo de energía que había obtenido en las últimas peleas. El Aura de Espada le cortaba la carne sin piedad cuando Daniel bajaba la guardia. El momento en que estallaba su concentración, Daniel era cortado decenas de veces.
