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Tatjana estaba excitada y abrazaba a todos los que se cruzaban en su camino, ignorando su incomodidad y confusión.
Saltaba de alegría, feliz de que los Ojos de la Evolución finalmente se despertaran.
Junto con el despertar de los Ojos de la Evolución, Tatjana finalmente podía buscar su primer compañero también. Como domadora, el mayor poder de Tatjana debía ser la domesticación de monstruos. Sin embargo, había estado dedicando la mayor parte de su tiempo a enfocarse en sus habilidades con el arco.
Tatjana sabía que podía domesticar algunos compañeros sin los Ojos de la Evolución, pero no quería domesticar monstruos con bajo potencial o Caminos de Evolución débiles. Lamentaría desperdiciar sus pocos espacios de domesticación en un monstruo que no estuviera a la altura de sus estándares. Por lo tanto, Tatjana estaba dispuesta a esperar años y concentrarse en sus otras habilidades hasta que sus Ojos de la Evolución se despertaran.
