Zeke fue noqueado en un segundo. En el acto. Así nomás.
Miguel tuvo que insertar algo de fuerza vital y energía original en Zeke para traerlo de vuelta. Recobró la conciencia pero no podía recordar qué había pasado. Todo lo que Zeke recordaba era que Lincoln había contado atrás para comenzar la batalla. Lo siguiente que recordaba era despertarse.
—¿Qué hiciste t-... —Zeke ni siquiera pudo terminar la pregunta ya que un dolor ardiente se extendió por su cabeza y pecho. Se sentía como si su cerebro estuviera en llamas.
—Mejoré Ojos Espíritu con dos Rasgos del Alma más para desatar un poderoso ataque espiritual —respondió Miguel calmadamente. No necesitaba entrar en detalles. Zeke lo entendió de inmediato.
—¿Tu Rasgo del Alma de Ojos Espíritu... es más fuerte que mi Ojo de Ilusión? —respondió él, con los ojos heterocromáticos fijos en los vibrantes ojos dorados de Miguel.