La batalla en las murallas de Ciudad de la Tormenta aún ardía, mientras que los enfrentamientos dentro de la ciudad apenas habían comenzado.
Dentro de la Gran Biblioteca, el Rey Serpiente y el Protector del Misterio estaban inmersos en un juego de escondite.
Después de transformarse en un ratón, el Rey Serpiente se había ocultado en las sombras.
Su primera prioridad era comprender los hechizos defensivos establecidos dentro de la Gran Biblioteca.
Tras una observación cuidadosa, el Rey Serpiente confirmó que no había hechizos defensivos presentes.
Lo que verdaderamente representaba un desafío para el Rey Serpiente era la presencia de otros individuos.
Uno de ellos era excepcionalmente poderoso, y su intención maliciosa era extremadamente evidente.
Sin embargo, el Rey Serpiente no sabía quién dentro de la Gran Biblioteca albergaba tal animosidad hacia él.