—¿Qué? —Bo Wen se giró tan rápido que se sintió mareado.
Una sonrisa adornaba los labios de June, y en ese momento, Bo Wen sintió que le era familiar.
—Jun Hao —susurró.
—¿Qué has dicho? —preguntó June en tono burlón a pesar de haberle oído perfectamente.
Bo Wen negó con la cabeza, sus palmas y axilas sudaban a pesar del aire fresco.
—No —murmuró.
Por un segundo, el apuesto ídolo parecía su viejo amigo. Mirándolo ahora, Jun Hao y June sonreían de la misma manera.
Sin embargo, no podía ser.
Jun Hao había muerto hace mucho tiempo, enterrado a seis pies bajo tierra. Esa noche aún le atormentaba hasta hoy, preguntándose si lo que hizo valía la pena o no.
—¿C—Cómo sabías acerca de mi familia? —preguntó Bo Wen.
June cruzó sus brazos frente a su pecho.
Al principio, pensó que provocar a Bo Wen no era un buen plan. Sin embargo, pensándolo ahora, sentía que tener a Bo Wen a su lado sería una gran ventaja contra Phoenix, Azur y otros futuros enemigos.