—No conozco a ninguna Jenny —dijo June con expresión impasible, aún señalando hacia la salida para hacerla sentir que no era bienvenida en el edificio de su dormitorio.
—Está bien, soy yo, Garam—tu prima mayor. Pero legalmente cambié mi nombre a Jenny ya que me parezco mucho a la miembro del popular grupo de chicas —se jactó—. Así que, de ahora en adelante, llámame Jenny.
June entrecerró los ojos con sospecha.
Seguramente, no era la Jenny en la que estaba pensando, ¿verdad?
¡No se parecía en nada a ella!
—Y aun así no te conozco —repitió June—. Puedes irte ahora mismo antes de que llame a seguridad.
—Dios —dijo Jenny—. ¿Desde cuándo te has vuelto tan intransigente? Recuerdo que eras tan tímido cuando éramos más jóvenes.
—¿Aún estás enojado porque no pude asistir al funeral de tus padres? —preguntó, provocando que June frunciera el ceño—. Sabes que mis padres son una mierda. Quería ir, pero no me dejaron.
June dejó escapar un profundo suspiro. —¿Qué haces aquí? —preguntó.