Aiden estaba en el árbol, sin hacer ruido, esperando la oportunidad perfecta para dejarse caer y así encontrar un lugar para entrar al castillo.
Al ver a los guardias mirar hacia otro lado por segunda vez, Aiden se dejó caer y comenzó a correr mientras intentaba encontrar algún tipo de entrada.
—¿Dónde podré entrar a este lugar? No me digas que solo hay una entrada. —murmuró para sí.
Si solo hubiera una entrada, habría sido un gran problema para Aiden, ya que lo que necesitaba hacer era entrar sin ser notado.
Solo estaba intentando obtener información sobre quién era el dueño de este lugar y quién vivía en él.
No estaba tratando de encontrar a nadie. La tarea que se había asignado era simplemente observar.
Mientras seguía corriendo alrededor del castillo, tratando de encontrar una ventana desbloqueada o algo que pudiera ayudarle a entrar, percibió lo que parecía ser un jardín.
