Al llegar a Otromundo, Aiden miró a su alrededor con curiosidad, dándose cuenta de que no estaba solo.
Había otras tres personas con él, y todas parecían igualmente intrigadas por su nuevo entorno.
—¿Por qué todo en este cuarto es completamente blanco? —pensó, un poco confundido por lo vacío que estaba el cuarto.
La habitación en la que Aiden se encontraba era totalmente blanca, de suelo a techo. Su apariencia prístina desprendía una vibra casi clínica, parecida a una sala de espera donde uno podría pausar entre niveles en un videojuego.
De repente, apareció un mensaje del mismo sistema que lo había enviado allí.
[La primera prueba comenzará en cinco minutos. Aprovechen este tiempo para conocer a sus compañeros de equipo.]
Aiden vio ese mensaje y de inmediato se preparó para hablar. Sin embargo, no pudo cuando alguien más habló primero.
La persona que habló era una chica impresionantemente hermosa. Su presencia capturó la atención de todos los presentes.
Incluso Aiden se quedó sin aliento al observarla.
Era realmente perfecta, y no había visto a nadie tan hermosa como ella en toda su vida.
—¿Es esta la primera prueba de todos? —preguntó ella, riéndose de las reacciones que recibió.
Cada persona en esa habitación blanca confirmó que, en efecto, era su primera vez, incluyendo a la chica.
Aiden, sin embargo, tenía una pregunta ya que estaba confundido sobre lo que ella acababa de preguntar.
—¿Podemos intentar las pruebas varias veces? —preguntó Aiden, confundido.
—Bueno, sí, pero hay algunas consecuencias para aquellos que fracasan una y otra vez —respondió un hombre pequeño, que se parecía a un enano, luciendo una armadura impresionante en comparación con los demás.
A Aiden le pareció peculiar que solo el enano tuviera tal equipo, pero no se detuvo mucho en eso. Quería entender las posibles consecuencias de las pruebas.
—¿Qué tipo de consecuencias estamos hablando? —preguntó Aiden, genuinamente curioso.
—Si continúas muriendo repetidamente, perderás estadísticas. Y si las pierdes todas, renunciarás a tus poderes del despertar. Sin embargo, la primera prueba permite un intento gratuito sin consecuencias, diseñado para recién llegados como nosotros —explicó el enano.
—Ya veo, y disculpen si hago demasiadas preguntas, pero ¿alguien podría decirme de qué trata la prueba que vamos a hacer? —inquirió Aiden, ansioso por ganar algo de conocimiento sobre este mundo.
—Esa es la parte complicada —empezó a explicar el enano—. No sabemos los detalles hasta que somos convocados. Sin embargo, la primera prueba suele ser una de las más fáciles, destinada a probar el potencial de los Despertados. Aquellos que la fallan usualmente no poseen mucho futuro en este mundo. Por otro lado, los que sobresalen en la primera prueba a veces se vuelven famosos en el mundo real, o al menos, muestran cierto potencial.
—Ehem —interrumpiendo su conversación, la chica habló, recordándoles el tiempo limitado que tenían y sugiriendo presentaciones junto con sus respectivas clases.
—Comenzaré. Yo soy Ava, una hechicera. Tengo la habilidad de lanzar hechizos sobre monstruos e impedir sus sentidos —se presentó ella misma con confianza, claramente consciente de su belleza.
Aiden no podía evitar notar cómo la atención de todos parecía gravitar hacia Ava cada vez que ella hablaba. Su presencia encantadora era innegable.
—Yo soy Gus, un portador de escudo —se presentó el enano, señalando su formidable armadura.
El tercer miembro, que había estado bastante callado hasta ahora, finalmente habló. —Yo soy James, un asesino —dijo con un tono misterioso, vestido completamente de negro y con una cicatriz visible en su rostro. Desprendía un aura amenazante que podría perturbar a algunas personas, pero Aiden permanecía impasible.
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Ahora era el turno de Aiden para presentarse. Sin embargo, se dio cuenta de que no tenía una clase. Se dio cuenta de que no podía presentarse como todos los demás.
Había asumido que todos despertaban con una clase, dadas sus habilidades únicas. ¿No debería ser un asesino, considerando su vida pasada?
Sintiéndose obligado a hablar y no queriendo levantar sospechas, no estaba seguro si no tener una clase era normal. Así que decidió seguir adelante y contárselos. ¿Qué es lo peor que podría pasar?
—Yo soy Aiden, y yo... no tengo clase —dijo con la misma cantidad de confianza que los demás.
No creía que no tener clase fuera algo especial, por lo que lo reveló, pensaba que muchos estaban en la misma situación que él.
Sin embargo, el grupo se sorprendió, claramente desconcertados por la revelación de Aiden. Parecía inaudito no tener una clase en este mundo.
Intercambiaron miradas desconcertadas, conscientes de que el despertar solía ir acompañado de una clase y una habilidad inicial.
—¿Al menos recibiste una habilidad inicial? —inquirió Gus, el enano, tratando de darle sentido a la situación.
Aiden contempló si divulgar las habilidades de su vida pasada que habían aparecido en su sistema. Sin embargo, decidió en contra, casi seguro de que sus compañeros de equipo no le creerían.
—No, no recibí nada —respondió Aiden honestamente, todavía inseguro de por qué su falta de una clase y habilidad inicial estaba causando tal reacción.
A medida que las palabras de Aiden calaban en ellos, sus compañeros de equipo lo miraban con una mezcla de sorpresa y preocupación.
—Entonces, ¿no eres inútil? No tienes ni una habilidad ni una clase, y juzgando por tu físico, tus estadísticas iniciales seguramente serán bajas —remarcó Ava, su actitud cambiando completamente mientras lo evaluaba.
Gus y James parecían estar de acuerdo con su evaluación, sus expresiones reflejando duda y decepción.
Aiden comprendió su reacción pero seguía molesto con ellos por cambiar su actitud tan rápidamente.
Sabía que no era más débil que sus compañeros de equipo. De hecho, las experiencias de su vida pasada le habían otorgado un nivel de fuerza y astucia que ellos ni siquiera podían comprender.
Pero antes de que Aiden pudiera responder, Ava continuó, —Creo que deberíamos dejarlo atrás cuando entremos a la prueba. Probablemente no será de mucha ayuda, dada su falta de habilidades y clase.
James y Gus apoyaron ciegamente la decisión de Ava sin siquiera cuestionarla, como si estuvieran bajo su control. Aiden se dio cuenta de que estaban bajo su influencia, ajenos al cambio en su actitud.
La primera prueba estaba a punto de comenzar, y Aiden se aseguraría de que se arrepintieran de lo que acababan de decir. No era débil... diablos, sería él quien saliera victorioso en esta prueba.
Siempre había encontrado la manera de superar los desafíos, y esta vez no sería diferente.
«No puedo esperar a ver cuál es la primera prueba. Incluso si tengo que enfrentarla por mi cuenta, encontraré una manera, como siempre lo he hecho», pensaba Aiden decididamente, recordando sus memorias pasadas.
La nerviosidad empezó a llenar el aire mientras el grupo se daba cuenta de que su primera prueba estaba a punto de comenzar. El resultado de esta prueba podría tener un impacto significativo en su posición en el mundo real.
¡Bip!
[Estás siendo convocado a la primera prueba.]
Mientras desaparecían, Aiden se aferraba a su convicción, listo para demostrar a los demás que sería mucho mejor que todos ellos combinados.
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