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Mientras Rain navegaba por este nuevo terreno, los abrumadores efectos del aire tóxico comenzaron a pasar factura a su bienestar. Los fétidos humos impregnaron sus sentidos, causando mareos y una creciente incomodidad que amenazaba con mermar su capacidad para continuar. Sintiéndose mareado, Rain tomó medidas rápidamente para protegerse.
En un rápido movimiento, Rain formó una máscara de hielo alrededor de su rostro, creando una barrera entre él y los vapores dañinos. Utilizando su maestría sobre la magia del hielo, fabricó una máscara improvisada que protegía su nariz y boca, permitiéndole respirar su propio aire generado. Al crear una bolsa de aire limpio y respirable dentro de los límites de la máscara de hielo, Rain logró aliviar los efectos de la atmósfera tóxica, previniendo una mayor desorientación y asegurando su capacidad para seguir navegando el peligroso entorno de la tercera sección de la mazmorra.
