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Además de su trabajo escolar y la práctica de MMA, Alex ahora se encontraba con nuevas responsabilidades mientras acompañaba a Hee-Young por Corea, asistiendo a diversas reuniones de negocios y eventos sociales. Por el momento, ella no había dejado que Alex acompañara a su hija y, para la semana siguiente, Alex estaba completamente y absolutamente exhausto.
Sin embargo, Hee-Young había cumplido su palabra. No solo su corporación había patrocinado a Alex como luchador, sino que incluso había movido algunos hilos y le había conseguido su primera pelea profesional en una promoción local. Su pelea sería en dos meses y, debido a esto, Alex pasaba la mayor parte de su tiempo libre en el gimnasio, centrado en perseguir su sueño.
