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La noche transcurrió sin incidentes. Para cuando Howard despertó, el sol ya estaba alto en el cielo.
Abby, incapaz de entrar al dormitorio de los estudiantes varones, había estado esperando abajo. Su radiante belleza atrajo instantáneamente la atención de muchos estudiantes mayores.
Fue solo cuando Glyn notó que algo iba mal que rápidamente ayudó a Abby a despertar a Howard.
Esto dejó a Howard bastante sorprendido, pues nunca antes había dormido tanto.
Así y todo, ahora no era momento de reflexionar sobre tales rarezas. Tras refrescarse, Howard bajó apresuradamente las escaleras.
Por fortuna, Abby fue fácil de aplacar.
Con tan solo unas pocas palabras, Howard la hizo reír a carcajadas. Poco después, ambos comenzaron a explorar juntos el campus.
La vista de ellos hizo que los corazones de aquellos estudiantes mayores se rompieran.
Aunque la Academia Abismo Sagrado aún no había empezado oficialmente el término, las instalaciones básicas estaban abiertas.
