Howard, sin saber que Cameron había puesto sus ojos en él, se sentía completamente rejuvenecido en ese momento.
Pronto entraría en la academia más renombrada de la Provincia, eso era una cosa, pero tener a Abby a su lado, atendiéndolo como si fuera de la realeza, era otro nivel de dicha.
Si no hubiera sido por el brusco vaivén del carruaje, que hacía incómodo el viaje, ¡Howard podría no haber podido resistir el impulso de volverse más íntimo con Abby allí mismo!
Lo que desconcertaba a Howard era la dedicación inquebrantable de Abby hacia él.
Cabe destacar que antes de que mostrara su destreza, todos lo consideraban un simple desecho, alguien que solo había despertado un talento de nivel F.
Sin embargo, Abby nunca lo abandonó.
Precisamente por esto, Howard había llegado a aceptar a Abby, siempre teniendo en cuenta sus mejores intereses.
De lo contrario, su intimidad en el carruaje podría no haber sido tan restringida.
...
Después de una noche de traqueteo,