—Nula me envió para ver si ya has terminado de contar tu dinero. Si lo has hecho, necesitamos discutir nuestra partida —dijo Vivia.
—Podríamos estar en un poco de problemas —comentó con preocupación.
—¿Problemas? —Las palabras de Vivia desconcertaron momentáneamente a Howard, quien preguntó casualmente—. ¿Qué problemas? ¿Nula te dijo algo?
—No entró en detalles, solo me pidió que te revisara y te urgió a que te unieras a ella lo antes posible —respondió Vivia sacudiendo su cabeza.
—Está bien entonces —Howard asintió, revolviendo el cabello de Vivia—. Pero no esperes junto a mi puerta la próxima vez. La gente podría malinterpretar, pensar que te hice algo. Toca directamente.
—¿De qué tienes miedo a ser malinterpretado? —Vivia de repente soltó una risita.
Howard no respondió, simplemente se puso serio y le dio a Vivia un ligero golpecito en la cabeza antes de salir de la habitación.
—Vamos —dijo Howard con decisión.