—Howard, ¿salimos y nos divertimos? —preguntó Vivia, su voz matizada con un dejo de aburrimiento.
—¿Salir? —Howard se detuvo por un momento, notando la expresión levemente apática en el rostro de Vivia.
—¿A dónde quieres ir? Rodel no es exactamente un hervidero de actividad.
—Simplemente vaguemos fuera de la ciudad —sugirió Vivia, sus ojos brillando con travesura mientras miraba a Howard—. Puede que los alrededores estén repletos de bestias, pero contigo a mi lado, promete ser mucho más interesante que cualquier cosa que la ciudad pueda ofrecer.
Howard negó con la cabeza resueltamente.
—Imposible. No te llevaré allí fuera.
—Entonces, supongo que tendré que conformarme con una aventura menor y simplemente vagar por la ciudad —dijo de repente Vivia con una sonrisa astuta, su comportamiento parecido al de un zorro que ha ejecutado con éxito una artimaña.