Howard fue instantáneamente envuelto en un torrente de datos inimaginablemente vasto.
Era como una serie de claves, completando alguna deficiencia en lo profundo de su conciencia, desplegando un nuevo mundo ante los ojos de Howard.
Inicialmente, Howard había pensado que el proceso de transmisión de poder sería más asombroso, pero más allá de la corriente de datos, no vio nada más.
Recibir y asimilar los datos aterradores tomó una cantidad considerable de tiempo, dedicando la mitad de su duración en el espacio del alma a esta tarea.
Aunque no era necesario comprender completamente el significado detrás de cada cadena de datos, Howard tenía que asegurarse de que no serían olvidados.
Una vez que todos los datos fueron recibidos, Howard abrió los ojos para ver a Dos, ahora revertido a su forma de orbe, flotando en el aire, rodeado de un halo de luz tenue.
—¿Cómo se siente? —preguntó.