El ayudante de servicio miró a Vivia, hizo una pausa por un momento, luego asintió —Pero ya sabes, tenemos reglas que prohíben divulgar la información de los aventureros fácilmente. Es un asunto serio.
—¿No puedes hacer una excepción? ¡Él es realmente importante para mí! ¡Por favor! —Al ver al asistente vacilar, Vivia presionó su ventaja.
Mirando a Vivia y considerando su comportamiento durante los últimos días, que no parecía amenazante hacia el joven, el asistente pensó en una solución alternativa.
—Qué te parece esto: iniciaré una misión temporal para ti. Completa la misión, y te daré su información.
—¿Qué tipo de misión! —Los ojos de Vivia casi brillaron al escuchar la disposición del asistente para revelar la información.
—Recados —El asistente rebuscó debajo del mostrador y sacó una bolsa pesada, colocándola en la mesa.
La bolsa emitió un sonido tintineante en el momento de aterrizar, ¡sonando como una bolsa entera de monedas de oro!