—Haré los arreglos; haré todo lo que has pedido —prometió Sorovo.
El comandante asintió:
—Eso sería lo mejor.
Con eso, sacó un pequeño rollo de papel y lo extendió hacia Sorovo.
—Esta es parte de la inteligencia, concerniente a una casa segura utilizada por Ojo Rojo y su banda de ladrones. Es posible que encuentres algo útil allí.
—El resto de la información te será proporcionada periódicamente. Si es posible, sería mejor retrasar las negociaciones. Cuanto más tarde se realicen las negociaciones, mayor será la posibilidad de capturar a Ojo Rojo.
—Mejor que no me estés engañando —Sorovo tomó el papel, anotó la dirección y luego lo rasgó.
—Comenzaré a organizar la redada de inmediato.
—Nunca sobreestimes el límite de Ojo Rojo, ni subestimes su fuerza —fue el último consejo del comandante.