—Puedo ofrecerte mucho. Poder, riqueza, fama; estas son cosas que todos desean
La mirada de la mujer no vaciló, manteniendo el contacto visual con Sorovo.
Ambos buscaban una vulnerabilidad en el otro, ya sea psicológica o física.
Este era el comienzo de las negociaciones, y el primero en revelar un defecto se encontraría en desventaja.
Tal posición es casi invariablemente irreversible, impactando directamente el resultado y los beneficios de la negociación.
Sin embargo, hasta que el comandante habló de nuevo, Sorovo no encontró tal defecto.
La comandante, velada tras su máscara, era como una fortaleza antigua, ocultando toda información delicada tras los gruesos muros de su máscara.
Sin embargo, a través de esos ojos tan hermosos como cuentas de vidrio, Sorovo podía obtener información muy limitada.
Extender el tiempo podría haber permitido a Sorovo descubrir algo, pero al contrario, también aumentaría la probabilidad de que sus propias vulnerabilidades se expusieran.