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—Cotler argumentó: «¿Qué importa para nosotros si Howard es derrotado?».
—Bismarck sacudió la cabeza y respondió: «Esos sentimientos debieron haberse expresado antes de que comenzara la guerra. Nosotros, Phrus, ya estamos comprometidos a esta lucha. Si Howard pierde, ¿vamos a soportar solos a Manluk y al Reino de Osland? Aunque Phrus es capaz en batalla y no necesariamente perdería, tal conflicto agotaría severamente nuestra fuerza nacional. Cotler, tienes dos opciones: liderar a mil hombres de regreso, o quedarte aquí para comandar tus tropas y mantener el silencio».
Con el paso del tiempo, el asedio del Castillo de Constantinopla reveló su desafiante dificultad.
Después de dos a tres meses agotadores, la fortaleza permaneció impasible, sus defensas aparentemente inexpugnables.
Alonso, evaluando la situación, propuso a Howard un asalto directo y enérgico a la fortaleza.