—Esto se llama una política de aislamiento espléndido. ¿Entiendes? —comentó Isabel.
—No es fácil para nosotros en el Imperio de Ing, sabes. Hay mucho con que lidiar en el Nuevo Mundo; apenas tenemos tiempo de unirnos a sus guerras continentales.
—Ah, aislamiento espléndido, suena bastante ideal. Si uno pudiera realmente evitar las guerras continentales y enfocarse únicamente en desarrollar una base en el Nuevo Mundo, no sería una mala estrategia —respondió Howard.
Luego Isabel compartió sus quejas sobre los desafíos de la colonización del Nuevo Mundo, hablando de las dificultades posadas por los pueblos indígenas y demás.
—Todavía es necesaria una política de apaciguamiento. No deberíamos ir allí para arrebatarles su espacio vital sino para llevarles cuidado y amor —sugirió Howard.
Isabel soltó una risa sarcástica, claramente despectiva de la idea.