Carlos, aparentemente ajeno al sutil movimiento de Howard, comenzó a exponer sus observaciones:
—Howard, quizás no has prestado suficiente atención últimamente. La artesanía en nuestro reino ha visto enormes avances. La cota de malla que solíamos tener, al mismo precio ahora, se puede adquirir con pequeñas placas reforzadas incrustadas en ella.
Howard, admitidamente ignorante de esta cota de malla mejorada, se encontró intrigado y, de manera inesperada, en medio de una crucial discusión técnica militar.
Inicialmente, Howard había asumido que Carlos estaba meramente exagerando la importancia de la caballería, pero ahora percibía una oportunidad de aprender algo valioso del diálogo.
Esta realización despertó un pensamiento impulsivo en Howard: invitar a Resarite a este discurso militar de alto nivel.
Después de todo, Resarite iba a ser el comandante militar de Howard; cuanto más supiera, mejor serviría a los propósitos de Howard.