Con gran riqueza a su disposición, la decisión de Howard de invertir 500 monedas de oro en un grupo de mercenarios ya establecido a cambio de una exención permanente de las tasas de reclutamiento fue astuta y altamente económica.
Había preguntado a varios aventureros en Ferrara sobre los costos de establecer grupos de aventura y grupos de mercenarios, aprendiendo que estas organizaciones a menudo enfrentan una tensión financiera significativa en sus etapas iniciales.
Howard estimó que Edward debió haber gastado no menos de 2000 monedas de oro para establecer su grupo de mercenarios.
Consideró esta movida como una decisión estratégica y con visión de futuro, elevando significativamente su opinión sobre Edward.
Ahora, Edward poseía no solo soldados reclutados sino también una fuerza militar flexible y disponible fuera de las restricciones feudales regulares.