Sintiendo que era momento de proceder, Howard se dirigió a Resarite —No te tomes a pecho las palabras de Ana, Resarite. Ella es joven y le falta una comprensión sobria de la guerra. Viene de la acaudalada familia Katerina, por lo que es natural que alguien de su juventud no comprenda completamente la brutalidad de la guerra.
La respuesta de Resarite fue ligeramente fría —Está bien. Si viene de una familia tan prominente, déjala estar.
Howard se sintió un poco incómodo al darse cuenta de que la previa ayuda de Resarite en asistir al Conde Vancouver para derrotar al Duque Guillermo podría haber causado algún resentimiento.
En parte, era la negativa de la nobleza a seguir órdenes —no era culpa de Resarite.
Pero también podría deberse a la dificultad de Resarite para mantener relaciones cordiales con los demás.