—¡Fusión del Alma! —En un instante, Howard gritó, y una deslumbrante luz dorada estalló desde su interior, irradiando brillantemente.
A medida que la deslumbrante luz dorada surgía, la escarcha que cubría a Cameron se hizo añicos.
Justo cuando iba a reaccionar, vio emerger de Howard un Dragón Divino Oriental dorado, su rostro revelando una mirada de sorpresa:
—¿Qué es esto? ¿Un dragón volador? No, no puede ser, ¡los dragones no tienen cuatro patas! ¡Y sus escamas, son como las de un dragón! —Cameron, que nunca había aventurado a otras regiones de la Alianza, mostró su falta de conocimiento del mundo.
La aparición del Dragón Divino Oriental lo tomó por sorpresa, haciendo que su ímpetu ofensivo vacilara momentáneamente.
Y en esa breve pausa, perdió su oportunidad.
Con un poderoso rugido, el sonido del dragón resonaba poderosamente, la habilidad de Fusión del Alma de Howard se activó completamente sin ninguna posibilidad de interrupción.