Después de deshacerse de todas las señales diferentes que apuntaban hacia un trato con el Parásito, Nick salió del almacén nuevamente y se ocupó de Horua.
A estas alturas, Nick se había acostumbrado completamente a tratar con Horua y había encontrado su ritmo.
Ya que habían pasado tres meses, Horua había crecido bastante. Incluso Nick tuvo que comprarle ropa nueva.
Tristemente, Horua aún no había mostrado señales de mejoría.
Hace un par de días, Nick había llevado a Jenny con Horua para ver si ella podía hacer algo con la habilidad que había obtenido del Soñador.
Cuando Jenny vio lo joven que era Horua, quedó extremadamente impactada.
Nick siempre había parecido un jefe extremadamente competente y amistoso.
Pero ahora, ella se enfrentaba al hecho de que Nick esencialmente había arrojado a un niño frente al Soñador.
Esto no encajaba en absoluto con la imagen que Jenny tenía de Nick.
No obstante, no podía ignorar la prueba justo frente a ella.