Nick miró la máquina durante mucho tiempo.
El Prephyx en la habitación era mucho más denso que afuera, lo cual era una locura.
«¿Realmente de aquí es de donde viene el Prephyx?», pensó Nick.
Nick se acercó lentamente a la salida del pequeño agujero y miró alrededor.
A pesar de tener sentidos finos y precisos de manera aterradora, solo podía ver un par de metros a su alrededor.
La razón era toda la perturbación que ocurría a su alrededor.
La máquina biológica era muy compacta y casi no había espacio abierto entre todas las partes móviles, lo que no permitía a Nick ver muy lejos.
La máquina también era muy ruidosa, y su chirriante sonido hacía que la ecolocalización fuera difícil para Nick.
Uno tenía que recordar que las habilidades de percepción de Nick aún se basaban en sus sentidos principales.
Podía ver una hormiga desde cien kilómetros de distancia, pero necesitaba tenerla en su línea de visión.