Todo el mundo se miraba entre sí nerviosamente.
Las cosas podrían salir mal muy rápido.
Durante varios segundos, todos permanecieron en silencio.
—Señor, este contrato no puede ser falso —dijo cuidadosamente uno de las personas de Kugelblitz.
Vernon estrechó sus ojos. —¿Está diciendo que soy un estafador? —preguntó.
—¡No, no, no! —el hombre respondió rápidamente con miedo—. Quizás... su contrato es falso...
Los ojos de Vernon se entrecerraron aún más.
—¿Pero usted no lo falsificó? —añadió el tipo con precaución, casi formulándolo como una pregunta.
El ceño de Vernon se frunció.
El contrato podría ser falso, pero él no lo había falsificado...
Vernon miró el contrato con concentración.
Solo las personas que habían firmado el contrato podían entregarlo a la ciudad para su custodia, y Vernon estaba seguro de que Wyntor nunca permitiría que Nick entregara el contrato a la ciudad.
