En la orilla de un río caudaloso, el sonido de una cascada llenaba el aire, sus aguas se estrellaban con fuerza sin tregua. La neblina se elevaba desde la base, envolviendo la zona en una ligera bruma.
De repente, el aire se distorsionó. El Espacio se torció de manera antinatural, como si la realidad misma estuviera siendo succionada hacia adentro.
¡Golpe!
Una figura se estrelló contra el suelo con brutalidad, tierra y rocas explotando hacia afuera desde el impacto.
Sangre y sudor cubrían su cuerpo maltratado, marcado con ceniza y mugre. Sus respiraciones eran entrecortadas y rápidas, cada una sonando como si pudiera ser la última.
Blackgate.
Sus ojos ardían con furia mientras golpeaba el suelo con su puño. Una y otra vez.
Boom. Boom. Boom.
Cada impacto hacía temblar la tierra, grietas se extendían como telarañas, sacudiendo los árboles cercanos.
