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La conmoción era palpable, tan intensa que muchos ni siquiera sabían cómo reaccionar.
La mirada de Celestial permanecía fija en Atticus y, aunque no dijo nada, su mente giraba más rápido que nunca.
El grupo reunido para darles la bienvenida consistía principalmente en rangos de gran maestro+, con otros de niveles de poder más bajos de pie detrás. Su sensibilidad a la energía del espíritu era excepcionalmente alta y ninguno de ellos la había notado antes. Pero ahora, mientras Atticus se encontraba frente a ellos, todos la sentían.
¡Había energía del espíritu emanando de él!
—¡Imposible! —Esa única palabra resonó en las mentes de la familia Starhaven. No había duda sobre el linaje de Atticus, era un Ravenstein de pura cepa. Su habilidad para controlar los elementos confirmaba eso.
Cualquier pensamiento de que pudiera ser un hijo bastardo de un miembro de la familia Starhaven se descartó inmediatamente.
¿No era un Starhaven y, sin embargo, tenía energía del espíritu?
