Atticus continuó su entrenamiento en la técnica de las razas superiores. Con el tiempo, su progreso aumentaba constantemente.
Se concentró en aprender lo básico de cada técnica en el arte más que en dominar solo una. Su enfoque era simple: tan pronto como captaba los fundamentos y comprendía los principios subyacentes de una técnica, pasaba a la siguiente.
Había exactamente nueve técnicas en el arte, cada una representando una raza superior, y Atticus había logrado aprender con éxito cinco de ellas hasta ahora: las técnicas Dimensari, Vampyros, Obliteri, Evolari y Regenerari, en ese orden.
Cada técnica presentó sus propios desafíos únicos. A medida que las aprendía, experimentaba cambios profundos, no solo en sus habilidades sino también dentro de sí mismo.
Era como si su comprensión del mundo se expandiera con cada nueva técnica. No podía explicarlo completamente, pero podía sentirlo, un cambio inexplicable de perspectiva.