La situación se sentía surrealista.
Era solo una palabra, una que Cario había escuchado innumerables veces en este nuevo mundo.
Para las masas, presenciar la formación de un dominio era un evento raro e impresionante, pero Cario no era uno de las masas.
Debido a las habilidades de su raza y el entrenamiento de su padre, había visto dominios de todas las formas y tamaños formados por los de su raza. Los había observado, estudiado y analizado, todo para despertar su propio dominio más rápidamente.
Pero ahora, aunque había experimentado dominios innumerables veces, algo se sentía diferente. Algo se sentía mal.
Una persona a la que consideraba poco más que un insecto había pronunciado una sola palabra, y sin embargo, él sentía miedo.
¿Miedo?