—La primera figura no era otra que el visir del soberano, ¡Niall! —La expresión de Niall en ese momento reflejaba exactamente lo que sentía: ¡desesperación!
—Estaba desesperado más allá de toda medida —La apuesta que hizo con el soberano era lo único que constantemente rondaba en su mente.
—Hoy, esta batalla sería la última, y determinaría si se convertiría o no en esclavo de un chico humano adolescente.
—Niall estaba desesperado. ¡Estaba asustado!
—Tanto que decidió hacer algo que nunca pensó que haría: hacer trampa.
«Solo usaré un poco más de poder,» pensó.
—Era vergonzoso, algo que le impediría levantar la cabeza con orgullo alguna vez más —Pero Niall no quería ser esclavo de Atticus, especialmente después de haber intentado matar al chico! ¿Quién sabría con certeza cómo reaccionaría?