El día anterior, Atticus le había pedido a Zoey que le dedicara solo 30 minutos de su tiempo, pero a pesar de lo fuertes y perceptivos que eran ambos, ninguno de los dos se dio cuenta de cuándo había pasado una hora.
El lugar en el que se encontraban seguía siendo tan tranquilo como siempre y durante esa hora, ningún estudiante había venido a molestarlos, para el deleite de Atticus.
Solo las suaves risitas de un chico y una chica resonaban a través del espacio. Los contenedores que una vez estuvieron llenos ya hacían mucho que se habían vaciado y las bebidas se habían acabado.
Después de unos minutos más, ambos se levantaron de su posición sentada, con la intención de dar por terminada su "reunión".
La atmósfera se volvió un poco incómoda ya que tanto Atticus como Zoey tenían expresiones llenas de renuencia. Era bastante obvio que ninguno de los dos quería que esta "reunión" terminara.
Pero tenían que ir a sus divisiones.