Mientras las palabras de Atticus resonaban a través del campamento, cada joven que estaba reunido debajo sintió hervir su sangre, ya que todos tenían el ánimo fortalecido.
Varios jóvenes repentinamente comenzaron a hacer eco de su orden por toda el área.
—¡Prepararse para la batalla!
—¡Prepararse para la batalla!
¡Habían entrenado y trabajado duro durante las últimas tres semanas y ahora a todos se les daría la oportunidad de mostrar sus mejoras!
Las enormes puertas del campamento se abrieron de golpe, y sin necesidad de que se les dijera, cada uno de ellos empezó a marchar fuera de las puertas del campamento con fervor.
Su marcha intensa y sus pesados cuerpos causaron que la tierra a su alrededor temblara sutilmente mientras su armadura chocaba, resonando sus pasos.
Atticus observó desde lo alto de la muralla cómo cada uno de los jóvenes salía del campamento, reuniéndose y formando frente a las paredes del campamento.