—Huuuuuu —con una exhalación fuerte, los ojos de Zeras brillaron enfocados, despejando cualquier pensamiento en su cabeza y, en el siguiente instante, se arrodilló con ambas rodillas, manos extendidas hacia el cielo adornado con la luz de miles de estrellas.
Al adoptar la postura adecuada, concentró la mitad de su conciencia en su espina dorsal mientras enfocaba la otra profundamente en las estrellas en el cielo nocturno.
Una vez tuvo una visión clara de ambos, sus labios se separaron y comenzó a recitar el sūtra:
—Estrellas Desoladas en el Cielo Nocturno. Hegemonía en Calma y Pureza. De lo Ordinario a lo Más Allá. De los Límites de la Mortalidad a la Aceptación de la Desolación...
—Estrellas Desoladas en el Cielo Nocturno. Hegemonía en Calma y Pureza. De lo Ordinario a lo Más Allá. De los Límites de la Mortalidad a la Aceptación de la Desolación...