—¿De verdad crees que pueden atraparnos dentro de tu cuerpo? —El rugido de ira resonó de los Zeras que actualmente residían en los estómagos de Zeras mientras Zeras reía como un maníaco.
—Tch, entonces abre tus ojos ciegos, chico, y observa cómo reducimos tus órganos internos a nada —El sistema rugió al unísono, y al siguiente segundo.
*BOOOOOOM*
*BOOOOOOOM*
*BOOOOOOOOOOM*
La explosión apocalíptica era innegable, ya que el cuerpo de Zeras automáticamente se inflaba ruidosamente, y con cada golpe, el gas blanco que rodeaba su piel se atenuaba rápidamente.
—¡Serás el primero en morir si no los liberas... —El dragón dijo en tono de burla a Zeras, pero Zeras no le prestó atención!
—Oye, sistema —llamó de repente, y justo delante de los ojos del dragón, un oscuro Zeras se materializó frente a la cara de Zeras.