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—El sonido que emergió del cuerpo del alma era el golpeteo violento de un objeto en su pecho. Y ondas de choque circulares se irradiaron hacia la distancia desde la luz oscura que estaba presente en su pecho, que no era otra que el monumento.
Una vez que comenzó a latir el pecho en el cuerpo del alma, inmediatamente tatuajes negros como la tinta comenzaron a extenderse desde el centro del pecho de Zera, cada bombeo causándoles llegar aún más lejos alrededor de su cuerpo.
En menos de 10 minutos, su entero cuerpo había sido cubierto por tales tatuajes oscuros y negruzcos llegando incluso hasta su largo cabello blanco, haciéndolo parecer como un emisario de la luz y la oscuridad.
Y de inmediato, las runas oscuras también comenzaron a palpitar con luz oscura, con cada pulso, las ruinas se reorganizaban ordenadamente y a medida que pasaba el tiempo uno podía ver la imagen que todas estaban formando, la imagen exacta del gigantesco ser que estaba dibujado en el monumento de piedra.